Diputado Leonardo Bonilla en las bodegas mientras los demás con todos los lujos.
Sin WIFI, laptop, escritorio y enviado a bodegas, así es la legislatura del primer diputado no partidario en la historia de El Salvador.
El sabe que el derecho de piso lo está pagando y muy caro, es por eso que al mal tiempo le hace buena cara.
“Esto me ha permitido estar más cerca de la población”, dijo Bonilla al momento de trasladar su oficina al frente de la catedral Metropolitana de San Salvador.
Bonilla quien hace unos semanas afirmó que renunció al jugoso seguro de vida y al bono navideño que recibe cada diputado, sigue siendo tratado con indiferencia por los demás diputados.
Se desconoce porque Norman Quijano, presidente de la Asamblea Legislativa, no se manifiesta al respecto, y es que Bonilla vive el impedimento de abrirse camino para los diputados no partidarios.
Y es que su trabajo que está siendo bien visto por la población, inquieta a los demás diputados que lo ven como un problema.
Mientras los demás diputados tienen oficina para ellos y sus asesores, a Bonilla lo han dejado de lado, y aunque él parlamentario dice que ya se está acostumbrando a dicha situación, la población se pregunta porque ocurre esto en la Asamblea Legislativa.