Este viernes fue una noche muy triste, una de las mujeres más hermosas y amorosas que ha tenido El Salvador, ya no estará más con nosotros, doña Sarita Aguilar la “madre de los traileros” ahora es un ángel.
Muchos de ustedes la recordarán que año con año en las noches de Navidad y 31 de diciembre, ella estaba afuera de su casa ubicada en la avenida Cuba del Barrio La Vega en San Salvador, con una cena muy especial la cual entregaba a todos los traileros que justo en esos días están en lo más fuerte de su trabajo en la zafra, alejados del calor de sus familias; pero doña Sarita les demostraba con esa cena, que aún lejos de casa tenían otra madre que cuidaba de ellos y les daba sus pancitos con pollo preparados con mucho amor por ella, con amor de madre.
Somos conscientes que ella ya no estará más, pero sus buenas acciones serán el legado imborrable que todos debemos imitar, en este mundo lleno de egoísmo y donde cada quien únicamente busca su beneficio personal, a través del ejemplo de doña Sarita podemos aprender a ser más agradecidos y a compartir con los demás, un poco de las bendiciones recibidas.
Vuele alto doña Sarita, le recordaremos con mucho cariño y agradecimiento, su misión aquí ya terminó pero su legado vivirá por siempre.
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