La selección salvadoreña ya se encuentra en la isla de Anguila, un destino paradisíaco que será sede de su próximo compromiso en la fase eliminatoria rumbo al Mundial. Con ilusiones renovadas y un ambiente más favorable, el equipo ha comenzado su preparación en tierras caribeñas con la mirada puesta en la victoria.
Esta eliminatoria tiene un sabor distinto. Por primera vez en mucho tiempo, se percibe un respaldo firme por parte de las autoridades deportivas. La delegación viajó en un jet privado, reflejo del compromiso y apoyo constante del INDES hacia el cuerpo técnico encabezado por el profesor “Bolillo” Gómez. Esa logística eficiente ha generado confianza en el entorno de la selección.
El próximo sábado, La Selecta se enfrentará a Anguila en un partido clave. No solo está obligada a ganar, sino a hacerlo con contundencia. La afición y el entorno futbolístico esperan una goleada, e incluso se ha mencionado la necesidad de marcar más de 10 goles, dada la diferencia de nivel entre ambas selecciones.
Tras ese desafío, El Salvador regresará a casa para recibir a Surinam en el estadio Cuscatlán. Ese encuentro promete ser mucho más exigente, ya que el combinado surinamés cuenta con una plantilla reforzada por jugadores nacidos en Holanda que militan en el fútbol europeo. La Selecta tendrá que mostrar su mejor versión si quiere seguir con paso firme en su camino hacia la Copa del Mundo.
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