¿Sabías que un apodo puede convertirse en un delito?
Si afecta la dignidad o el bienestar psicológico de un niño o adolescente, ¡puede tener consecuencias legales!.
«Es importante tomar en cuenta que la Ley Penal Juvenil establece que los niños van a tener que responder tal cual un adulto a partir de los 12 años hasta los 18 años. Pueden tener penas de dos hasta cuatro años de prisión».
Para los niños menores de 12 años, la responsabilidad recae en los padres o encargados. En estos casos, las autoridades pueden notificar al Instituto de Protección de Menores, que podría tomar medidas de protección integral, como proporcionar tratamiento psicológico al menor agresor.
Te recuerdas los apodos de cuando ibas a la escuela, pues los tiempos han cambiado y ahora sí tu hijo lo hace le puede ir muy mal.
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