Con solo 13 años, Fernanda es el rostro vivo de la esperanza y la valentía. Su historia comenzó cuando tenía apenas 6 meses de vida, momento en que los médicos le diagnosticaron hepatoblastoma, un tipo de cáncer maligno que afecta el hígado. A tan corta edad, su cuerpo fue enfrentado a una batalla gigantesca, pero también fue cuando comenzó su increíble historia de lucha.
El camino no fue fácil. Fernanda tuvo que someterse a tratamientos prolongados, procedimientos invasivos y un sinfín de controles médicos. Durante años, su infancia transcurrió entre hospitales y salas de espera, acompañada por el amor incondicional de su familia y el apoyo incansable de la Fundación Ayúdame a Vivir. A pesar del dolor y el cansancio, Fernanda nunca perdió la sonrisa ni la fe.
Ayer, esa larga historia de lucha llegó a un giro inolvidable: recibió el alta definitiva. Los médicos confirmaron que está completamente libre de cáncer. La emoción en su rostro fue imposible de contener. Entre lágrimas de alegría, Fernanda abrazó el futuro que durante tanto tiempo estuvo en duda. El momento fue un verdadero milagro, fruto de su determinación, de la ciencia y del amor que la rodea.
Hoy celebramos a una guerrera. Fernanda es ejemplo de que la vida puede vencer a la oscuridad. Su historia inspira, conmueve y da esperanza a miles de familias que atraviesan situaciones similares. Gracias a todos los que hicieron esto posible. Y sobre todo, gracias Fernanda, por enseñarnos que rendirse nunca es una opción.
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