A primera vista, podría parecer que la receta está vacía, pero en realidad, es una receta médica adaptada a las circunstancias específicas del paciente. Según una publicación del Dr. Antonio, tuvo que extender una receta para un paciente adulto mayor que no sabe leer.
El Dr. Antonio trabaja en el Hospital Regional de Cobán, ubicado en Alta Verapaz, Guatemala, una región con una significativa población indígena.
Frente al desafío de cómo hacer que el paciente entienda sus medicamentos y horarios de tratamiento, el doctor y su equipo encontraron una solución creativa: dibujaron y colorearon las pastillas en la receta, y además, programaron alarmas en el celular del paciente para indicarle qué pastilla debe tomar y cuándo.
Estas pequeñas acciones representan un rayo de luz para aquellos que no tuvieron acceso a la educación, demostrando que la medicina puede adaptarse a las necesidades individuales de los pacientes.
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