Él es el salvadoreño Javier Ramírez, de la Frontera Comalapa, quien creció con pocas oportunidades para superarse en la vida, pero los problemas no lo dejaron rendirse.
A Javier le apodaron Javi el Tomatero por ser un campesino dedicado a la cosecha de tomates y de varias verduras.
Mientras otros niños asistian a la escuela, el no tuvo esa oportunidad. Pero eso no le importó y continuó trabajando en lo que le gusta hacer, trabajar del campo y ser agradecido con lo poco que tiene.
Ahora el es feliz junto a su madre y su familia por suerte ahora le va muy bien en su trabajo. Un titulo no significa que solo allí podemos triunfar.
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