Profesor dormía en la escuela porque no tenía hogar… sus alumnos le devolvieron la esperanza.

por

en

Este profesor comía en la escuela, dormía en la escuela y pasaba casi todo el día ahí. Nadie sabía lo que estaba enfrentando… hasta que sus alumnos lo descubrieron.

Se llama Bruno Rafael Paiva. Durante años hizo todo lo posible por ayudar a su familia. Su hermana estudiaba medicina y en su casa ya no quedaba casi nada: no tenían sofá, el refrigerador apenas funcionaba y él dormía en un colchón sobre el piso. Cuando le ofrecieron trabajo como maestro suplente de arte en otra ciudad, aceptó sin pensarlo, aunque no tuviera dónde vivir. Por eso empezó a dormir en la misma escuela donde enseñaba.

Apenas le alcanzaba para comer. Se sostenía con lo poco que recibía de algunos compañeros, pero seguía dando clases con pasión. Hasta que un día le avisaron que no le pagarían aún y tendría que seguir trabajando un mes más sin sueldo. Se sintió desesperado… aunque no imaginaba lo que estaba por sucederle.

Al llegar al salón, se encontró con algo que lo dejó sin palabras. En cada pupitre había una nota escrita por sus alumnos. Le pedían perdón por hablar en clase, le agradecían por su esfuerzo, y le decían que sabían lo que estaba viviendo. En su escritorio, una caja con 400 reales (unos 80 dólares) que ellos mismos habían reunido con una rifa. Bruno lloró, tembló, y sus alumnos corrieron a abrazarlo.

Ese gesto no solo lo conmovió, también mostró el poder del cariño y el respeto. A veces los maestros dan todo sin esperar nada. Y a veces, reciben de vuelta algo que no se olvida nunca.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *