Una adolescente de tan solo 14 años fue asesinada con arma blanca la mañana de este lunes en la colonia 10 de Octubre, en el distrito de Soyapango. El hecho ha causado profunda consternación entre los habitantes de la zona y se suma a una preocupante ola de violencia que ha cobrado la vida de varios jóvenes en los últimos días.
Según confirmó la Policía Nacional Civil (PNC), la menor fue encontrada sin vida con múltiples heridas provocadas por arma blanca. Las autoridades describieron la escena como un acto de extrema brutalidad y señalaron la crueldad con la que fue atacada. La comunidad ha reaccionado con dolor e indignación ante lo ocurrido, mientras exige justicia y mayor seguridad en la zona.
Tras intensas labores de investigación e inteligencia, las autoridades lograron identificar y capturar a los presuntos responsables del crimen. Se trata de:
Jorge Efraín Vásquez Ibarra, de 19 años, identificado como “homeboy” de la clica Abriles Locos Danger Salvatruchos, de la estructura MS13. Geovanny Pablo Gómez Milán, de 20 años, también miembro activo de la MS13, con antecedentes por agrupaciones ilícitas. Rodrigo Alejandro Meléndez Salvador, de 15 años, pandillero de la MS13. Mynor Giovanni Chicas López, de 16 años, pandillero de la MS13.
Todos serán remitidos por los delitos de agrupaciones ilícitas y homicidio.
Las autoridades también señalaron que Gómez Milán fue capturado previamente en 2023, pero un juez del antiguo sistema judicial lo dejó en libertad bajo fianza de $1,000 dólares. Este antecedente ha generado nuevas críticas hacia la administración de justicia anterior, por permitir que criminales reincidentes volvieran a las calles.
Como parte del Gabinete de Seguridad, el Gobierno reiteró su firme compromiso de erradicar los remanentes de estructuras criminales que aún operan en comunidades vulnerables, como la colonia 10 de Octubre. Las operaciones de búsqueda, vigilancia y captura continuarán, aseguraron voceros oficiales.
Este nuevo caso vuelve a poner en evidencia los desafíos persistentes en materia de seguridad, particularmente en zonas donde la presencia de grupos delictivos ha sido históricamente denunciada por vecinos. A pesar de los avances en la guerra contra las pandillas, las autoridades reconocen que aún queda trabajo por hacer para garantizar la paz y la vida de todos los salvadoreños.
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