Cuando la amistad se convierte en bendición para los pequeños negocios

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Un día se juntaron un grupo de amigos y decidieron ir a negocios diferentes para consumir lo que ellos ofrecían.

Lo que comenzó como un experimento se ha convertido en toda una sensación.

Y es que ya son más de 40 personas que se reúnen y deciden visitar diferentes comercios para consumir lo que ellos venden.

Literal se arrasan con todo lo que ahí venden y los lugares tienen que cerrar ese día porque ya no hay comida.

Es una bendición que no se ve todos los días y que comerciantes agradecen. Ya que en estos tiempos difíciles bendiciones así se agradecen.

Esto ocurre en Sincelejo, Colombia pero debería ser replicado en El Salvador, México, Guatemala, Ecuador, en toda Latinoamérica.


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