Don Maximino Antonio Piedad, un hombre de 71 años, ha sorprendido a su comunidad al crear una cocina solar utilizando materiales reciclados, convirtiéndose en un símbolo de superación y creatividad.
Sin educación formal y habiendo aprendido español a los 20 años, este abuelito ha demostrado que la pasión por ayudar al prójimo puede nacer en cualquier etapa de la vida.
Su invención no solo es una solución ecológica, sino que también tiene un profundo impacto social.
Con la creciente crisis energética y la necesidad de alternativas sostenibles, Don Maximino busca que su diseño se vuelva viral, con la esperanza de que más familias de escasos recursos puedan beneficiarse de una forma de cocinar accesible y respetuosa con el medio ambiente.
«Quiero que la gente conozca esta cocina solar y cómo puede cambiar vidas», expresa con entusiasmo. Su esfuerzo no solo contribuye al bienestar del planeta, sino que también promueve la autosuficiencia en comunidades vulnerables. A través de su historia, Don Maximino nos recuerda que la innovación y el deseo de hacer el bien pueden florecer en las circunstancias más inesperadas, inspirando a otros a seguir su ejemplo.
Don Maximino merece una oportunidad para que siga derrochando su talento, ese que nació sin educación pero ha hecho más que profesionales.
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