Una noticia profundamente lamentable ha conmocionado a una comunidad de Cabañas, ayer se confirmó el fallecimiento de un niño de tan solo 7 años, quien perdió la vida tras ingerir accidentalmente una semilla de mamón
De acuerdo con los primeros reportes, el menor fue trasladado de urgencia al Hospital Nacional de Ilobasco, donde el personal médico hizo todo lo posible por salvarlo. Pese a los esfuerzos intensivos, al momento de su llegada el pequeño ya no presentaba signos vitales, dejando a sus familiares, vecinos y a toda una comunidad de luto por el trágico accidente.
Este suceso nos deja una dolorosa lección: frutas como el mamón, aunque parecen inofensivas, no son recomendadas para niños pequeños sin la supervisión adecuada. Las semillas grandes y duras pueden obstruir las vías respiratorias en segundos, provocando asfixia y consecuencias fatales, como en este caso. Es importante que los adultos estemos atentos a los alimentos que consumen los menores y a los posibles riesgos asociados.
Más allá de la tristeza, este incidente debe servir como un llamado a la prevención. Acompañemos con solidaridad a la familia en este difícil momento, y procuremos ser más cuidadosos y conscientes en el cuidado de los niños y niñas.
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