Mientras en Guatemala la jefa de la PNC, Diana Ramos, acapara titulares por un corte de cabello que muchos consideran más parecido al de un delincuente que al de una autoridad, en El Salvador la ministra de Educación Karla Trigueros ha establecido reglas firmes en las escuelas: uniforme impecable, presentación ordenada y cortes de cabello “adecuados”.
En El Salvador poco a poco se va entendiendo que la forma también educa y refuerza la autoridad. En cambio, en Guatemala se permite que incluso una oficial de alto rango proyecte una imagen que para muchos debilita el respeto hacia la institución policial.
Un amigo chapín nos dice que esa permisividad refleja por qué “estamos como estamos”: sin orden, sin estándares firmes y con poca preocupación por lo que el uniforme representa. Un descuido que erosiona la disciplina y credibilidad de quienes deberían ser ejemplo.
Y usted a quien ve mejor, a la Ministra salvadoreña Karla Trigueros o a la jefa policía guatemalteca Diana Ramos?
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