Fuertes sismos en territorio salvadoreño deja daños materiales.

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La tarde del martes 29 de julio de 2025, una serie de sismos sacudieron el suroriente de Guatemala, generando alarma también en El Salvador debido a la cercanía de los epicentros con el territorio salvadoreño. El primero de los movimientos telúricos ocurrió a las 3:21 p.m., con una magnitud de 5.4 grados, y tuvo su epicentro a 5 kilómetros al sur-sureste de Zapotitlán, Jutiapa, a una profundidad de 13 kilómetros. Apenas cuatro minutos después, a las 3:25 p.m., se registró un segundo sismo, esta vez de 5.6 grados, con epicentro a solo 2 kilómetros al este-sureste de la misma localidad y a 12 kilómetros de profundidad.

Ambos sismos fueron percibidos con fuerza en los departamentos guatemaltecos de Jutiapa, Jalapa, Santa Rosa, El Progreso y partes de la Ciudad de Guatemala. Sin embargo, debido a la ubicación fronteriza de la zona epicentral, varios puntos del occidente salvadoreño reportaron una percepción aún más intensa, especialmente en los departamentos de Santa Ana y Ahuachapán, donde se han comenzado a contabilizar daños materiales.

En Santa Ana, el centro comercial Las Ramblas presentó afectaciones visibles tras los sismos. Algunos locales resultaron con vidrios quebrados debido al fuerte movimiento, lo que generó momentos de tensión entre visitantes y empleados del lugar. La administración del centro comercial activó los protocolos de emergencia y procedió a realizar una inspección preventiva de las instalaciones.

Por su parte, en el distrito de San Lorenzo, Ahuachapán, la cúpula de una iglesia católica presentó serios daños estructurales, lo que obligó a cerrar el templo al público mientras se llevan a cabo evaluaciones técnicas. Las autoridades locales recomiendan a la población mantenerse alerta ante posibles réplicas y evitar transitar por estructuras comprometidas.

Las instituciones de protección civil de ambos países han emitido recomendaciones básicas a la población: revisar techos, paredes y conexiones eléctricas o de gas, preparar una mochila de emergencia y seguir únicamente fuentes oficiales para informarse. Se hace un llamado especial a no propagar rumores ni generar pánico innecesario.

Aunque no se reportan víctimas mortales hasta el momento, las autoridades continúan con la evaluación de daños y el monitoreo constante de la actividad sísmica en la región. La posibilidad de réplicas mantiene a ambas naciones en estado de vigilancia, especialmente en las zonas más afectadas.


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