En una reciente acción, el gobierno de Estados Unidos designó formalmente al Cártel de los Soles, una organización supuestamente vinculada a altos funcionarios del régimen venezolano, como Grupo Terrorista Transnacional mediante la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro . Se trata de un paso inédito que reafirma las acusaciones de narco-terrorismo contra Nicolás Maduro y otros miembros de su gobierno.
La DEA recordó que existe una recompensa de hasta 25 millones de dólares por información que conduzca a la captura y condena del presidente venezolano, oferta que se incrementó tras su reelección en enero de 2025, pasando de 15 a 25 millones . Esta recompensa no solo busca arrestarlo sino también contribuir a su extradición bajo cargos de narcotráfico y apoyo a organizaciones terroristas.
Analistas señalan que esta designación del Cártel de los Soles refuerza la teoría de que Maduro dirige una estructura criminal con apoyo institucional, involucrada en el tráfico de drogas, armas y el financiamiento de grupos como Tren de Aragua y el cártel de Sinaloa, ambos ya catalogados como organizaciones terroristas por EE. UU. . La medida busca interrumpir esa red que opera con protección militar y estatal, lo cual es señalado como una forma de “narco-tiranía” en varios informes.
Ante esta situación, cualquier ciudadano venezolano motivado a “hacer patria” podría plantearse formar un grupo que coopere con la DEA aportando información estratégica sobre retiros, rutas y líderes implicados. Si esa colaboración lleva a la captura de Maduro, la recompensa monetaria podría ser complementada por un eventual proceso de transición democrática que permita convocar elecciones libres y legítimas.
Aunque el gobierno venezolano ha negado enfáticamente la existencia del cartel calificándolo de invención extranjera para “satanizar” a la FANB, diversos reportes históricos documentan la implicación de militares corruptos desde los años 90 en el tráfico de cocaína y minerales ilegales . Mientras tanto, desde Washington aumentan la presión legal, financiera y mediática para desmontar esa estructura criminal con el objetivo declarado de liberar al pueblo venezolano de un régimen que califican ya como ilegitimo y asociado al crimen organizado.
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